Contar con una alberca en casa requiere de mucha atención, pero sobre todo de responsabilidad. Los accidentes están a la orden del día y debes estar alerta en todo momento.
También hay que considerar el mantenimiento y las buenas prácticas para que cumpla con los requerimientos básicos de higiene. Aunque puedes acudir a un profesional, es un trabajo que tú mismo puedes hacer.
Por ello, en este artículo te hablaremos sobre los cuidados y mantenimientos que debes realizar en una alberca en casa. Te brindamos un paso a paso para hacer una eficiente rutina de limpieza.
Alberca en casa: Disfruta con cuidados
Los cuidados en torno a las albercas en casa son cruciales para garantizar un entorno seguro. En primer lugar, la supervisión constante es fundamental. Por otra parte, mantener a los pequeños bajo vigilancia directa previene accidentes graves.
La instalación de cercas o barreras alrededor de ella, constituye una barrera física. Limitará el acceso y reducirá el riesgo de ahogamiento accidental.
Mantén el área circundante limpia y despejada. Los juguetes, equipos flotantes y otros objetos son una tentación para los niños sin supervisión. Guardarlos reducirá la probabilidad de accidentes.
Asegúrate de que todos en casa sepan nadar o al menos tengan nociones básicas de seguridad acuática. Esto puede ser crucial en situaciones de emergencia.
Pasos para tener una alberca limpia
Una alberca en casa es un excelente complemento para relajarse bajo el sol cómodamente. Sin embargo, conlleva algunas tareas adicionales que garantizan que el agua permanezca limpia y apta.
Seguramente, deberás reservar algunas horas cada semana para su mantenimiento. Y es que esta limpieza requiere de ciertos pasos que te detallamos a continuación.
Limpia la cubierta de la alberca
Mantener la cubierta de la alberca limpia es esencial para evitar la acumulación de suciedad y escombros. Además, es la primera impresión que reciben tus invitados cuando llegan a tu casa.
Por otra parte, eliminar hojas, ramas u otros residuos que puedan caer sobre ella ayuda a mantener el agua más limpia. También reduce la carga de trabajo al momento de descorrer la lona para su usar la alberca.
Una cubierta limpia prolonga la vida útil de su material y evita que se deteriore prematuramente.
Aspirado continuo
El aspirado regular es fundamental para eliminar la suciedad y los residuos que se acumulan en el fondo y en las paredes. Recuerda que debes evitar que cualquier tipo de basura permanezca en el agua.
Un sistema de aspirado automático asegura que la alberca esté libre de restos. Esto mantiene el agua cristalina y reduce la proliferación de algas y bacterias que pueden causar un daño potencial en la salud.
Cepilla la superficie
El cepillado de la superficie de la alberca es una tarea que no debe pasarse por alto. Las paredes y el fondo pueden acumular suciedad, algas y depósitos minerales que el filtro por sí solo no puede eliminar.
Esta rutina debe hacerse con un cepillo simple con poste telescópico para fregar las paredes lisas. Una botella rociadora con jabón ayuda a que cada sección pueda ser limpiada a fondo, incluidas las manchas rebeldes de la línea de lechada.
Revisa la química del agua
Una de las tareas habituales y necesarias para un sistema de alberca saludable es el mantenimiento del agua de la piscina. Una vez a la semana o después de una actividad intensa, usa un kit de prueba de agua para medir su química.
Si algún producto químico está fuera del rango recomendado, cómpralos en una tienda especializada y agrégalos al agua. Los más comunes incluyen cloro, bromo y ácido cianúrico.
Haz mantenimiento a los filtros
Si el sistema de filtración de la alberca utiliza un filtro de arena o de tierra de diatomeas, debe lavarse aproximadamente una vez al mes.
Para ello, apaga el sistema de filtro y conecta la manguera al puerto de desechos. Luego, gira la configuración de la válvula multipuerto a Retrolavado, enciende el filtro y deja que la piscina se lave a contracorriente por dos minutos.
Apaga el filtro y cambia la configuración de la válvula multipuerto a enjuague. Vuelve a encenderlo y déjalo funcionar durante aproximadamente un minuto.
Apaga el filtro y cambia la configuración de la válvula multipuerto nuevamente a Filtro, luego vuelva a encenderlo para completar el proceso.
Limpia la canastilla del desnatador
La canastilla del desnatador es responsable de atrapar los desechos más grandes antes de que lleguen al filtro. Por ello, es vital que siempre permanezca despejada.
Limpiar esta canastilla con regularidad evita obstrucciones y asegura que el desnatador funcione correctamente. Esto ayuda a mantener la circulación del agua y reduce la carga de trabajo del sistema de filtración.
Conclusiones
Contar con una alberca en casa es emocionante pero también debes estar atento ante cualquier incidente que ocurra, especialmente si hay niños. Por otro lado, mantener limpia el agua también requiere de algunos esfuerzos de tu parte.
Si sigue los pasos de mantenimiento antes mencionados, podrás asegurarte fácilmente de que el agua estará cristalina durante todo el año. Su disfrute será más placentero y fuera de peligro.
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